La Sociedad Ecuatoriana de Bioética, en el décimo aniversario de su fundación, y como expresión de su compromiso con un cuidado integral a los enfermos, declara:
1. RECONOCER el valor supremo que tiene todo ser humano en la enfermedad tanto como en la salud, y afirmar su derecho a la vida en las mejores condiciones posibles.
2. RATIFICAR el compromiso que tienen los profesionales de servir a la salud, la calidad de vida y el bienestar integral de los pacientes. Un compromiso altruista que no debe ser menoscabado por las fuerzas del mercado, las presiones sociales o las exigencias administrativas.
3. POTENCIAR las virtudes profesionales de benevolencia, excelencia, desinterés, veracidad y respeto, junto con las diez “ces” del cuidado: Compasión, Conciencia, Compromiso, Competencia, Cariño, Confianza, Condescendencia, Control de sí mismo, Coraje y Consentimiento informado.
4. DEFENDER especialmente a los más desfavorecidos y necesitados de cuidados, como son los pobres, los niños, los ancianos, los discapacitados y los enfermos en fase terminal.
5. COMBATIR a favor de la mejora de los sistemas de asistencia sanitaria, en pro de la justicia social, el acceso igualitario a la asistencia y la distribución equitativa de los recursos. Rechazando asimismo cualquier discriminación por motivos de etnia, ideología, nivel socioeconómico o religión.
6. PROCURAR también el cuidado del ambiente del que formamos parte y del que dependemos absolutamente. Y no sólo porque nos conviene, sino también porque el ambiente debe ser protegido por sí mismo.
7. PROMOVER el cultivo y la enseñanza de una bioética abierta y pluralista, capaz de tener en cuenta las necesidades y aspiraciones de todos; y que destaque las exigencias específicas de nuestra realidad latinoamericana con sus características socioeconómicas, culturales, étnicas y religiosas.
Nota: Cada ejemplar de la Declaración tiene en su portada una tinta original de la artista plástica Sara Palacios.